Todo el mundo se ha encontrado alguna vez algún objeto valioso. Estos encuentros pueden suceder en la calle, en el jardín, en un camino del campo o en la playa. Según el libro "Manual del Experto Buscador de Tesoros", (libro de cabecera de mis hijos durante muchos años, y principal causante de su gran afición por la Arqueología) si se sabe bien dónde mirar, cómo mirar, y qué cosas buscar, es casi seguro que se encuentre algo jajaja, qué fácil es la teoría...
Para que esta búsqueda sea un éxito es aconsejable tener un detector de metales. Con este aparato, te pasas en el campo grandes tardes, aunque sólo luego te encuentres un tornillo o una hebilla jajaja.
En España este tipo de hobbies no tienen mucha popularidad entre la gente...a pesar de que haya clubes por todo el territorio nacional y muchos "piratas saqueadores" que dan mala fama a esta afición. Tienes que buscar en fincas tuyas o por el contrario tienes que pedir un permiso legal al dueño para que te deje rastrear la tierra... y, por supuesto, comprometerte a entregar a las autoridades cualquier pieza de valor.
En Inglaterra este hobby está debidamente organizado en asociaciones y grupos que hacen salidas chulísimas y se lo pasan genial.
Pero quizás, dentro de esta actividad, la rama que más seguidores tiene en ese país es la variedad de coleccionismo de botellas antiguas procedentes de cementerios de vidrio existentes, la mayoría, en los jardines traseros de las casas normales jajaja. Las botellas Hamilton (con forma de melón) o los tinteros son los objetos más codiciados.
Como los Reyes Magos suelen portarse muy bien conmigo ( debo ser muy buena jajaja) un año me trajeron todos esos ( excepto el blanco que es un regalo de un compañero portugués también aficionado a las escuelas antiguas) son todos procedentes de un cementerio de vidrio de la época victoriana, son tinteros de los llamados " con labios recortados", los tapones se los he puesto yo posteriormente.
Esta escribanía también está dentro de mis útiles de escritura favoritos. No sé si os he dicho que tengo polvos para hacer tinta como la que hacíamos en las escuelas en los años de Maricastaña...¿os acordáis?... nos limpiábamos las plumas en el pelo jajajaja y si ese día llovía se nos llenaba el uniforme de los consabidos chorretes de tinta... qué tiempos.
Espero que os hayan gustado!