Ya os he contado que Portugal es uno de mis grandes amores. Solamente pasar la frontera y los sentimientos se me ponen a flor de piel. Es una atracción increíble. Confieso , que más de una vez me hubiera gustado ser portuguesa, sobre todo ahora que ya allí también disponen de clínicas cosméticas y depilaciones de todo tipo jajaja .
Bromas a parte , os confieso que yo soy más de pueblos y aldeas que de ciudad. Tienen un encanto y belleza, que aquí en España ya no queda.
Ir por esos pueblines , con esas casas preciosísimas de un granito berroqueño y más años que Matusalén, esa gente tan sencilla y acogedora, es uno de mis mayores placeres.
Siempre me han llamado muchísimo la atención, las ventanas de esas casas adornadas con sus preciosos visillos hechos, la mayoría de ellos por sus dueñas, aunque tengan un montón de años encima y vean a duras penas.
¿A qué es verdad lo que os cuento ?Bromas a parte , os confieso que yo soy más de pueblos y aldeas que de ciudad. Tienen un encanto y belleza, que aquí en España ya no queda.
Ir por esos pueblines , con esas casas preciosísimas de un granito berroqueño y más años que Matusalén, esa gente tan sencilla y acogedora, es uno de mis mayores placeres.
Siempre me han llamado muchísimo la atención, las ventanas de esas casas adornadas con sus preciosos visillos hechos, la mayoría de ellos por sus dueñas, aunque tengan un montón de años encima y vean a duras penas.
Las portuguesas son por excelencia amantes del ganchillo.
Yo he visto a pastoras en el campo, guardando sus rebaños de ovejas y haciendo ganchillo.