lunes, 20 de octubre de 2008

Una caja con sorpresa

Hace un tiempo, en una de esas ferias de papel viejo a las que tanto me gusta ir, encontré un sobre con un montón de mariquitas recortables de otros tiempos, pero tenían un gran incoveniente...estaban todas recortadas.

Tardé muchas horas en organizarlas y saber qué vestido correspondía a cada muñeca, pero el resultado valió la pena. Pude lograrlo gracias a que la niña, dueña primitiva de dichas mariquitas, puso el nombre el nombre por detrás a cada muñeca y toda su ropita. ( niña ordenadita jajaja).

Después de organizarlas, se me presentaba el dilema de cómo guardarlas. Eran muchas y no sabía como hacerlo, hasta que se me ocurrió la siguiente idea.

Cogí una lata de tabaco que compré en Londres hace mucho y las coloqué como vais a ver:





Antiguamente a las latas de tabaco de lata las "refrigeraban" con unos agujeritos que le ponían en los lados para que el tabaco respirara y se conservara en buenas condiciones.




Corté unas cartulinas de la medida de la caja y pegué los recortables de manera muy superficial en un sólo punto para que se pudiesen quitar sin estropearlas.



En la tapa de la lata le pegué un recorte de una revista en la que explicaban la historia de las mariquitas recortables...me hizo gracia y la verdad es que ahí quedaba precioso.



Otro problema que surgió era cómo sacarlas de la caja...así que se me ocurrió pegar una cinta en el último cartón y así cuando quiero sacarlos, tiro de ella y salen sin ninguna dificultad.





Como os he dicho antes, las he puesto ligerísimamente pegadas, sólo en un punto para que no se deterioren...es decir, los recortables quedan sueltos.






Y así, en esta caja tan bonita, están todas recogidas y para mí, desde luego, son una gran joya.




Creo que ya os enseñé en otra ocasión otras pocas. Me encantan y a pesar de que tienen más valor sin recortar, cuando las vi en la feria de Madrid no fui capaz de dejarlas allí y así aumenté mi colección.
Espero que esta idea de la caja os sirva a alguien para guardar alguna cosa que no supiérais como hacer.












Un beso a todos.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Mis Labores

Después de un interminable verano y de una temporadita de descanso, ya toca volver a retomar las cosas normales de todos los días...por eso, qué mejor manera de volver a asomarme a vuestras ventanitas particulares, que recordando los años de colegio y en especial las inolvidables clases de labor.... a mí personalmente me encantaban más que nada porque nos lo pasábamos muy bien sin dar palo al agua jajaja

Como siempre me ha gustado guardar cosas, un día en casa de mi madre aparecieron mis muestras de labor y yo me puse tan contenta. Esto sí que huele a otros tiempos...¿verdad?

La clase de labor, algún año, consistía en hacer estos pañitos de muestra con distintos tipos de costura. Otros años era hacer lo que se llamaba la "canastilla" con papel de seda y tenías que coserlo como si fuera tela. Imaginaros qué disgustos al coserlo y que se rompiera... cosa que pasaba con mucha frecuencia... cuántas lágrimas y cuánto sudor me costó a mí hacer todas estas cositas.

Por eso la profesora, que cómo no, era de Sección Femenina, era impertérrita y muy exigente... así que vuelta a empezar si se rompía. ( hay que decir que algunas niñas para aprobar la asignatura se las llevaban a modistas jajaja)

Estas son las costuras más elementales, se suponía que en el Bachiller ya habías hecho el famoso costurero con lo más básico: costuras de distintos tipos para remendar las sábanas etc...


Cuando ya se suponía que lo mas básico lo dominabas, pasabas a otras labores que, no sé si por el colorido, o por su finalidad, nos gustaban mucho más... además eran más fáciles ( o eso nos parecía)




Luego venían las vainicas sencillas,o dobles...
Te dejabas la vista sacando hilos. También hacíamos frailes que se podían incluso atar.





Estos son otro tipo de bordados de distintas regiones.
Siempre cuando en Junio tenías que presentarlo todo, venían los disgustos porque siempre faltaba algún pañito y tenías que repetirlo deprisa y corriendo jajaja.
Estaba de moda, que hiciéramos para presentarlo, el relieve de un cuento troquelado en cartulina y en cada hoja ponías un pañito. A algunas les quedaban preciosos... el álbum no lo conservo, no sé qué pasaría con él... pero prometo hacer uno como aquellos y algún otro día enseñároslo.

¿ Valió para algo realmente aprender a hacer todo esto para los tiempos que corren hoy?

Hoy en día no botones, ni calcetines y ni dobladillos ni nada de nada... es más rápido meter lo roto en una bolsa y llevarlo a un SE ARREGLA TODA CLASE DE ROPA, por lo tanto lo que os he enseñado pasa a ser casi prehistórico... y para mí un gran recuerdo.

Besos a todos y bienvenidos otra vez.