Hace un tiempo, en una de esas ferias de papel viejo a las que tanto me gusta ir, encontré un sobre con un montón de mariquitas recortables de otros tiempos, pero tenían un gran incoveniente...estaban todas recortadas.
Tardé muchas horas en organizarlas y saber qué vestido correspondía a cada muñeca, pero el resultado valió la pena. Pude lograrlo gracias a que la niña, dueña primitiva de dichas mariquitas, puso el nombre el nombre por detrás a cada muñeca y toda su ropita. ( niña ordenadita jajaja).
Después de organizarlas, se me presentaba el dilema de cómo guardarlas. Eran muchas y no sabía como hacerlo, hasta que se me ocurrió la siguiente idea.
Cogí una lata de tabaco que compré en Londres hace mucho y las coloqué como vais a ver:
Antiguamente a las latas de tabaco de lata las "refrigeraban" con unos agujeritos que le ponían en los lados para que el tabaco respirara y se conservara en buenas condiciones.
Corté unas cartulinas de la medida de la caja y pegué los recortables de manera muy superficial en un sólo punto para que se pudiesen quitar sin estropearlas.
En la tapa de la lata le pegué un recorte de una revista en la que explicaban la historia de las mariquitas recortables...me hizo gracia y la verdad es que ahí quedaba precioso.
Otro problema que surgió era cómo sacarlas de la caja...así que se me ocurrió pegar una cinta en el último cartón y así cuando quiero sacarlos, tiro de ella y salen sin ninguna dificultad.
Como os he dicho antes, las he puesto ligerísimamente pegadas, sólo en un punto para que no se deterioren...es decir, los recortables quedan sueltos.
Y así, en esta caja tan bonita, están todas recogidas y para mí, desde luego, son una gran joya.
Creo que ya os enseñé en otra ocasión otras pocas. Me encantan y a pesar de que tienen más valor sin recortar, cuando las vi en la feria de Madrid no fui capaz de dejarlas allí y así aumenté mi colección. Espero que esta idea de la caja os sirva a alguien para guardar alguna cosa que no supiérais como hacer.
Un beso a todos.
5 comentarios:
debes tener autenticas joyas, me encantaria conocerte y que me lo enseñaras todo algun dia
yo me acuerdo de las mariquitas recortables, las comrpadas y las hechas porque cuando era pequeña y tenía la gripe mi madre solía dibujarme algunas para que me entretuviera vistiéndolas y no veas qué ilusión me hacía. No sé si todavía guardaré alguna de aquellas, seguro que dentro de algun libro aparecen el dia menos pensado.
como siempre es un placer leerte, Carmen
Churi
Tu coleción es conmo un cofre que contiene variados tesoros, auténticos, sencillos y que sin duda evocan nostalgia de la niñez, que tiempos tan lejanos y tan cercanos al mismo tiempo.
No dejes de poner cositas que de verdad me alegran el dia.
A pesar de ser un niño guerrero tambien jugué con los muñecos ecortables de las niñas, los mios eran soldados con todo su armamento, espero encontrarlos porque no recuerdo haberme desecho de ellos.
Un respetuoso saludo.
Que espíritu tan artístico tienes y que buen gusto. Son preciosas pero yo creo que las has hecho parecer mucho más. Que ingenio, de verdad. Si es cierto que era tan divertido recortarlas aunque en mi caso por alguna razón no recuerdo haberlas llamados así aunque todo el mundo lo dice pues será que se me ha borrado... tal vez tengo más la idea de "recortables" pero no lo del nombre...y poner esos vestidos con sus pestañitas. No hay más que ver que se sigue usando este diseño para publicidad o similares este tipo de diseño tan sencillo y tan querido. Gracias por enseñar estas joyas. Isabel
Desde luego que maravilla !!!! Debes de ser un primor de mujer !!!! Me apunto a lo que comenta Churi, a mí también me encantaría conocerte y que me enseñaras todas tus cositas !!!!
Besos desde Almería.
Hola Carmen:
Entrar en tu blog es un recreo, te lo he comentado anteriormente y no añadiría nada nuevo que no te han dicho, sólo felicitarte por hacer un blogg tan nostálgico y primoroso, por esas manitas laboriosas y por esos recuerdos que compartes con todos nosotros.
Los recortables son muy bonitos, yo todavía conservo gran cantidad de los mios, entre las páginas de la enciclopedia de Álvarez, que todavía guardo.
Buena idea lo de la presentación en la preciosa caja que has puesto.
Saludos desde el Cafetín.
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